Al principio no era más que una idea en un mar de intenciones. Había que tomar un camino y fue entonces cuando decidimos integrar los estudios formales y las vivencias informales para avanzar en una nueva dirección.

La viña de nuestra cabeza al papel, y de ahí al relato que cala en los demás, creando nuevas realidades.

Así empezó el proyecto Baztango Xurie. Como el taburete del pastor que no se tambalea, el nuestro es un proyecto de tres patas: viña, bodega y enoturismo.

Hemos contado con la ayuda imprescindible de familiares, amigos y allegados, la confianza en nuestro proyecto de quienes nos han alquilado tierras y bodega y el apoyo de los consumidores.

Un proyecto con raíces en nuestro valle que va madurando para ofrecer un producto de calidad, ecológico, basado en el respeto al entorno, la tierra y las personas.